La mitodología de las políticas públicas
James J Biles, INDAGAR
El papel de las políticas públicas
El objetivo de toda política es resolver problemas de interés público, en el mejor de los casos con la plena participación del pueblo. Las políticas públicas deben estar orientadas a resolver las causas principales del problema de interés, haciendo el mejor uso posible de los recursos públicos. Esta definición necesariamente incluye la participación de los ciudadanos en el diseño de políticas, especialmente aquellos que hayan sido afectados por el tema en cuestión (Franco Corzo, 2014). La participación ciudadana brinda legitimidad al proceso y permite a la sociedad colaborar en la definición del problema y la búsqueda de una solución.
En la formación de políticas públicas, las dos preguntas clave son: ¿Se puede lograr el resultado propuesto? Y, de ser así, ¿qué solución resulta en los mayores beneficios sociales y para quiénes? Si la política no resulta en los mayores beneficios para los afectados, entonces la solución propuesta es defectuosa, probablemente ilegítima y, en última instancia, destinada al fracaso.
Figura 1. Las políticas normativas buscan imponer una nueva realidad
Los defectos de las políticas públicas
Por lo general, las deficiencias de las políticas públicas se deben a un enfoque metodológico mitológico, una mitodología centrada en "investigación y análisis" y "diseño y recomendación" y la fundamental falta de congruencia entre política y realidad. En este contexto, se emplean modelos, metáforas y casos hipotéticos para buscar la "verdad" y formular recetas universales que apliquen en todas partes. Desdichadamente, esta mitodología permite descartar la complejidad del mundo real; como James Scott (1998) destacó tan acertadamente en su libro Seeing Like a State, los marcos normativos, por desgracia, no responden a la realidad; más bien, buscan imponer una nueva realidad.
Figura 2. La mitología de las políticas públicas
La definición mitológica de la pobreza
Hasta la primera década del Siglo XXI, la comunidad internacional (Banco Mundial) mantuvo la política de definir un ingreso mínimo de $1 (US) diario per cápita como la "línea de pobreza", basado en la idea de que se requiere este nivel de recursos o consumo para que una persona "hipotética" pueda alcanzar un nivel adecuado de bienestar. En el 2015, esta "línea" pasó de $1.25 a $1.90 por persona al día.
Figura 3. Niveles de pobreza por región
Esta política está fundamentada en la idea (errónea, por cierto) que el desarrollo y bienestar se pueden medir en términos monetarios. Se basó en datos de tan sólo 13 países y se aplicó, independientemente del contexto, para dictaminar la condición de "pobre" universalmente en todas partes del planeta. Inevitablemente, al definir la pobreza en términos económicos, se buscan soluciones económicas, como implementación de programas de transferencias monetarias condicionadas (conditional cash transfer programs o CCTs en inglés) y políticas para fomentar la inversión extranjera, empleos mejor pagados, mayor consumo, la inclusión bancaria, y la creación de micro y pequeñas empresas.
Hacia políticas auténticas y coherentes
Para llegar a intervenciones políticas que respondan a las necesidades del mundo real y generen cambios significativos, es necesario adoptar una ética alternativa basada en devolver el contexto y la complejidad a la formulación de políticas. En lugar de depender principalmente de modelos analíticos y juzgar los méritos de las iniciativas propuestas basadas únicamente en preocupaciones económicas o criterios universales, las políticas deben basarse en la realidad y juzgarse a través de la prueba de la experiencia.
Figura 4. Más allá de las políticas normativas
Este enfoque pragmático y no normativo para conciliar la política y la realidad tiene como propósito determinar los efectos prácticos de las intervenciones y resolver los debates sobre políticas alternativas a través de la discusión, en lugar de la observación, el análisis o la medición. Como señala Lejano (2006), en última instancia, los factores más importantes para decidir entre diferentes opciones son la autenticidad, el contexto y la coherencia: en otras palabras la legitimidad y pertinencia de una intervención en un lugar específico en un momento determinado. La política debe "pertenecer", respetar las tradiciones locales (usos y costumbres), y ser sostenible y duradera.
PARA MAYOR INFORMACIÓN
J. Franco Corzo, Diseño de Políticas Públicas
R. Lejano, Fameworks for Policy Analysis
J.C. Scott, Seeing Like a State
Entrevista con Raúl Lejano
Contexto institucional y gestión del agua